CII desafía la forma en que se ven las comunidades de pobreza: el personal de CII comparte los cambios en sus percepciones

Alex Wagner Development Revolution, Rethinking Organizations

Translation by: Dinah Sandoval
Contributions by: Eli Rangel, Alma Flores, Nestor Lara, Robert Cuerdo, and Natalie Foxworthy

This post is also available on the Root Change blog in English.

Desde 2019, Root Change se ha asociado con Children International (CI) y el fundador de Family Independence Initiative (FII), Mauricio Miller, para lanzar la Iniciativa Independencia Comunitaria (CII). Lo que comenzó como un modelo de cambio impulsado por pares para las familias en Oakland, California, ahora se ha expandido a 300 familias en México, Colombia y Filipinas. Con seis meses de la prueba piloto completados, ahora es un momento oportuno para reflexionar sobre lo que hemos aprendido hasta ahora.

Natalie Foxworthy, Directora de Programas Globales de Children International, ha estado involucrada con CII desde el principio. Ella dice que se sintió atraída por la alternativa única de Mauricio a los servicios sociales típicos, pero se preguntó cómo funcionará en comparación con el modelo de apadrinamiento de Children International. Si bien las intervenciones en salud, educación, empoderamiento y empleo pueden ser efectivas para reducir la pobreza, céntrico al modelo de CII son las familias que deciden cómo quieren mejorar sus propias vidas. En lugar de decirles a las familias qué hacer, comparten información sobre su progreso y acciones a través de encuestas mensuales, que luego el equipo de CII agrega, analiza y redistribuye a todas las familias del mismo país. De esta manera, las familias están empoderadas para tomar decisiones informadas basadas en sus propios datos y los de otros en sus comunidades.

El personal de CI asume nuevos roles

Los enlaces familiares son esenciales para el éxito de CII porque se reúnen con las familias y recopilan datos cuantitativos y cualitativos sobre cómo están mejorando sus propias vidas. Las reuniones incluyen grupos de cinco familias una vez al mes y familias individuales cada tres o cuatro meses. Eli Rangel y Alma Flores son enlaces familiares en Jalisco, México, donde comparten la responsabilidad de trabajar con 100 familias. “Fue mucho nervios,” dijo Alma cuando se enteró de la CII. “No sabía yo del todo de qué se trataba.” Eli dice que “mil dudas y preguntas entraron en mi cabeza sobre cómo iba a funcionar y sin manual.” Mientras Eli pasó de ser una facilitadora de liderazgo que desarrolla las habilidades para la vida de los niños a través de actividades dinámicas ahora dedica todo su tiempo a CII, Alma continúa trabajando como facilitadora de educación en un centro de biblioteca de CI, coordinando su nuevo rol con el anterior.

Su colega en Santa Marta, Colombia, Néstor Lara, tuvo una primera impresión similar de su transición a la CII. “Todavía era un proyecto muy desconocido en ese momento, no teníamos idea de lo que venía, pero quería responder a la confianza que estaban depositando en mí.” Esa confianza ha demostrado estar bien ubicada porque los enlaces se adaptan hábilmente a sus nuevos roles.

Cambio de Percepción

Robert Cuerdo en Bicol, Filipinas fue oficial de campo de programas educativos antes de convertirse en enlace familiar. En su rol anterior fue quien estableció la agenda, brindó orientación y entregó información basada en un plan de estudios sobre resultados predeterminados. Pero, como él explica, “las familias CII son las expertas en sus propias vidas. No deberíamos pensar en ninguna solución para ellos porque ellos pensarán en las soluciones por sí mismos.” Nestor está de acuerdo con este sentimiento. “Son las familias las que impulsan la acción y yo sigo su trayectoria. Esto me permitió tener más confianza en la flexibilidad y el ingenio que tienen. También me permitió fortalecer mis propias habilidades, como escuchar y comprender sus situaciones.” Alma ha obtenido una perspectiva similar a partir de su experiencia en la iniciativa, “Confiamos en ellos y les dejamos hacer lo que quieran. Cada familia tiene su propia esencia y aprendemos de su dinámica familiar.”

Nuevos desafíos, nuevas oportunidades

A pesar de las complicaciones adicionales del distanciamiento social obligatorio debido a la pandemia del coronavirus, las familias continúan a confiar unas en otras para resolver los problemas que se enfrentan. Compartir comida, ayudar con el trabajo escolar de sus hijos y brindar apoyo emocional son algunas de las formas en que han confiado unos en otros. “Estoy muy impresionada con la forma en que se han adaptado a COVID,” dice Eli. “Aprendes sobre todas las partes de sus vidas y ves que son personas muy resilientes.”

Las familias también han comenzado a recibir su primera inversión, que son sumas de efectivo que pueden usar como mejor les parezca, que se dan cada 6 meses como parte de la CII. “Estamos en una fase realmente emocionante en este momento con la inversión,” dice Nestor. “Es emocionante ver sus ideas realizadas sobre cómo puede mejorar su calidad de vida. También será emocionante ver cómo estas familias piloto enseñan a otros en sus comunidades sobre lo que están aprendiendo.”

Mirando hacia el futuro

En los próximos meses, el equipo de CII observará con entusiasmo cómo las familias usan sus inversiones. Las familias han expresado interés en renovar sus hogares, iniciar negocios y mejorar la educación de sus hijos, entre otros objetivos. “Sería muy bueno ver a las familias de CII fortaleciendo a otras que no están en la iniciativa,” dice Eli. “De esa forma puede tener un mayor alcance.” A través del piloto de CII, ya hemos visto crecer y fortalecerse el apoyo tanto entre las familias de CII como fuera de CII, lo que nos da la confianza de que las familias tienen las habilidades necesarias para enfrentar cualquier desafío.